Uso de la magnetorapia para un Edema Óseo
¿Sabías que una de las causas más frecuentes del dolor de rodilla es el edema óseo? Un problema que, normalmente, se produce debido a microfracturas o sobrecargas óseas en la zona de la meseta tibial o del cóndilo.
Pero también puede estar relacionado con enfermedades inflamatorias, problemas metabólicos o infecciones, por ejemplo. O incluso puede darse el caso de que el paciente no padezca dolor de rodilla pero se dé cuenta de que sufre un edema óseo al hacerse una resonancia.
A continuación te explicamos qué es un edema óseo, qué peligros hay si no se trata a tiempo y por qué la magnetoterapia es la mejor solución para ello.
¿Qué es un edema óseo?
Un edema óseo es una inflamación generada por la acumulación de líquido en la rodilla, lo que puede estar causado por distintos problemas, como puede ser un trauma, una sobrecarga constante o una lesión degenerativa.
Los deportistas de alta intensidad o que levantan mucha carga durante las sesiones de entrenamiento, por ejemplo, suelen padecer edemas óseos con frecuencia. Pero también puede producirse en personas sedentarias que empiezan a hacer deporte, por lo que es muy importante hacerlo de manera progresiva y evitar excesos.
El síntoma más evidente es un dolor especialmente agudo en la zona del hueso afectado, sobre todo cuando se hace ejercicio o se participa en competiciones deportivas. Además, el dolor suele ser más fuerte cuando el ejercicio es más intenso. La mayor parte de las veces, cuando se deja de hacer ejercicio, no duele, pero cuando la situación se agrava, es normal que el dolor nos acompañe todo el día, pudiendo causar incluso una rotura ósea por estrés, una lesión mucho más severa.
¿Qué pasa si no se trata un edema a tiempo?
Un edema óseo que no se trata a tiempo puede tener consecuencias muy graves para la salud. Hay que tener en cuenta que, si durante mucho tiempo, el riego sanguíneo no fluye adecuadamente por el hueso y el cuerpo no es capaz de reabsorber el líquido que genera el edema, el problema puede desembocar en una osteonecrosis, un problema mucho más severo.
Así pues, si padeces un edema óseo, es importante tratarlo lo antes posible. Si el edema se prolonga mucho tiempo, la sangre no llegará a los tejidos del hueso, lo que provocará que termine muriendo. Y una osteonecrosis no tratada puede deteriorar no sólo el hueso, sino también la articulación, dando lugar a una grave artritis.
Porqué tratar un edema óseo con magnetoterapia
Por lo general, el tiempo de recuperación de un edema óseo varía entre las 12 y las 24 semanas, aunque depende mucho de la causa, el progreso y la severidad del mismo. Así como de factores como los hábitos del sueño, la dieta o el estrés.
Por ejemplo, una persona con un alto nivel de estrés, que sea fumadora y no cuide su alimentación, necesitará más tiempo de recuperación que otra persona que lleve una vida más tranquila con una alimentación equilibrada y buenos hábitos de salud.
Pero además, para favorecer una rápida recuperación, es fundamental que la persona se implique, descanse todo lo posible y siga los consejos de su médico. De lo contrario, el problema podría prolongarse mucho tiempo.
Por otro lado, hay que destacar que existen tratamientos como la magnetoterapia que pueden ayudar a reducir considerablemente el tiempo de tratamiento y recuperación incluso a la mitad gracias a su efecto drenante y antiinflamatorio.
Beneficios de la magnetoterapia para un edema óseo
En la actualidad, existen muy pocos tratamientos que realmente resulten efectivos para tratar un edema óseo. Lo habitual es que se receten analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y hacer que la inflamación vaya disminuyendo. Pero también hay tratamientos que incluyen vitaminas C y D, y fármacos que contribuyen a mejorar la densidad ósea y la capacidad vasodilatadora con el objetivo de eliminarlo.
Pero sin duda, la terapia más eficaz es la magnetoterapia. Un tratamiento que ofrece múltiples beneficios y que, al contrario que los medicamentos, no causa daños al estómago:
- Mejora la presión de oxígeno en los tejidos aplicados hasta un 200%. Al proporcionar a nuestro cuerpo una mayor cantidad de oxígeno, favorecemos la capacidad de regeneración y conseguimos que la inflamación se reduzca.
- Incrementa la producción de colágeno para el refuerzo óseo: el colágeno es la proteína más abundante que tenemos en nuestro organismo y uno de los componentes más importantes para tener unos huesos sanos y fuertes.
- Genera vasodilatación: contribuye a que el oxígeno que produce la magnetoterapia acceda hasta las partes más profundas y de una manera más intensa en la zona afectada, lo que ayuda a eliminar el exceso de líquido del hueso y disminuye la presión.
- Ayuda a la relajación muscular: elimina la presión del hueso inflamado.
- Efecto positivo sobre el colágeno y el calcio: esto ayuda a una recuperación ósea más eficaz y más rápida.